ya, no?
me cagan los mocos que ni salen, ni entran, nomás no te dejan respirar. esos mocos que son como las personas en la vida...
iba yo bien feliz en el sancs comprando chocolates y trapitos y pensando en computadoras.
y su papá llevaba una pijama azul de la cual me enamoré.
y le digo a ver.
y me dice no es para mí, es para *******.
o sea robocó.
y morí tantito.
luego reviví y pensé que en gran medida mi concepción de lo bueno y lo malo y lo regular está basada en esos individuos. mis gustos en hombres y pijamas.
y tengo tanto suyo y no los tengo a ellos.
ni poquito siquiera. ni por teléfono, ni por cel. ni por el jai.
y empieza a ser más grande el encabronamiento que la nostalgia.
pero los quiero con todo el dolor de mi corazón.
bueno no todo pero sí gran parte.
pues un día un amigo me dijo “sí, claro que voy a tu fiesta, para que la comunidad gay esté presente”. y yo le contesté “de todos modos la comunidad gay está presente en mis fiestas siempre”. y luego me puse a pensar en lo mamones que fuimos los dos, pero sobre todo yo, porque además exageré. y ps es bien gacho que ahora que lo pienso los gays me discriminan y nunca quieren ir a mis fiestas. y ps chas. quiero pensar que no es por mí sino que se sienten temerosos de salir de su círculo social en el que están protegidos, pero eso tampoco está chido. en fin, así somos.
qué injusto es querer a la gente que nos hace daño.
y me dan miedo las albercas vacías.
1 chismosos:
¿por qué dices que exageraste?
ay, de las fiestas ni hablar, mejor, ahorita. le digo a Cot que ya no resistiría, pero no me refiero a la desvelada o lo que sea. ya no resistiría lo otro; no sé, ¿las ausencias?
ah, ese robocó.
yo creo que yo ya no los quiero, pero con autoengaño y todo, me molesta que me definen todavía tanto. creo. según yo. igual y no realmente tan-to. guac.
¿y eso? ¿miedo? a mí me dan guac por el desperdicio; quiero llenarlas y meterme rápido (especialmente si hace calor).
beso
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