Éste es un post dedicado a mis mejores amigas. Ya sé, ya sé, los que me conocen dirán, “pero, Nao, tú ni amigas tienes!”. Jejeje, pero bueno, ALGUNA VEZ HE TENIDO!! Además a algunas las sigo queriendo, si yo también tengo mi corazoncito, jajaja. Y sí tengo una (la Luciérnaga). Y las demás, donde quiera que estén, ojalá leyeran que sí fueron importantes para mí... Tons este post lo escribo para ustedes, las que ya no están en mi vida.
Comenzaré con la historia desde el principio. Mi primer mejor amiga se llamaba Nelly. Nos gustaba el color rosa y obviamente jugábamos muchísimo. Su mamá también se llamaba así, y yo decía que cuando creciera me pondría Nelly. Explicaba que Naomi no era nombre para una adulta. Jajaja. No he vuelto a verla desde que me fui a Pachus, pero hay alguna conexión entre su madre y la mía y mi dentista y a veces me platica que están bien.
Cuando llegué a Pachus, primero de primaria, conocí a Tania y me cayó mal porque estaba muy linda y me daba envidia y además tenía un sacapuntas de esos de figuritas, en forma de venadito o algo así, que me encantaba. No sé cómo pero fuimos amigas todo un año, nos dejamos de hablar cuando separaron nuestro grupo en segundo. Luego se volvió mamona y creída y demás. O al menos eso me pareció.
En segundo de primaria conocí a Yesenia, o Yessy. Vivíamos en la misma calle, a unas cuantas casas de distancia (ahora mis primas viven ahí), así que las cosas se dieron y a cada rato me quedaba en su casa o ella en la mía. Jugábamos, veíamos la tele, y estudiábamos dando brincos alrededor de la mesa de centro de la sala de mi casa mientras cantábamos el-a-para-to-circu-lato-rio-está-formadoporelcorazón--las-ar-te-rias... y etc. etc.
Las dos bailamos en la escuela para un festival vestidas de muñecas de trapo. El día anterior al dichoso evento me fui a quedar a su casa y su ma me puso en la noche mil tubos en la cabeza, así que salgo en las fotos con el cabello extraordinariamente chino. Me encantó. Jaja.
Mi primer novio fue su ex, al que ella fue a decirle en un parque que dice Naomi que si quieres ser su novio. Le devolví el favor diciéndole a mi mejor amigo, que dice Yessy que si quieres ser su novio. Obviamente ni nos duraron, jaja.
En sexto mi prima Gaby se fue a vivir con nosotros y en su compañía me porté mala onda con Yessy, así que nos alejamos.
Un día me llamó en mi cumple y la invité a mi casa y fué (todos los años hacía fiesta, y mis pas me consentían mucho y me ayudaban, porque pues era peque... ajaja) y nos divertimos.
Todavía cuando visito a mis primas o a los Martines, me la encuentro y nos da gusto y platicamos un poco. La extraño. Ha sido de las mejores. Ojalá que le vaya chido. La quería tanto que una vez estuve a punto de golpear a una niña que la molestaba (bueno, y otras cosas que prefiero olvidar).
Cuando entré a la secundaria conocí a Rosa, o mejor conocida como Rosita Fresita. Jaja. Después de un año me di cuenta de que me decía mentiras y hablaba mal de mí y aunque seguimos juntas (más por las circunstancias que por que yo quisiera...) ya nunca fue lo mismo. Me pidió disculpas varias veces por chingaderas que hizo y yo siempre decía sí, no hay pedo.
Al salir de la secu ninguna intentó conservar la relación. Me la encontré hace como un año trabajando en Cinépolis, y actuó como si no me conociera. Supongo que fue mejor, no?
En tercero de secu entró una niña nueva a mi salón. Sandra. Al parecer era sobrina de la maestra Norberta (de mate, mi adorada maestra y mi adorada materia). Estaba loca y por lo tanto congeniamos.
Nos volábamos clases de vez en cuando (era muy difícil y no podíamos salir de la escuela, así que si lo hacíamos teníamos que escondernos en los baños o entre los arbustos para que nadie nos viera), y una vez la ayudé a escaparse de su casa. Vivía con su papá, su esposa y sus creo que 3 hijas. Así que ese día se fue con su hermana y luego con su mamá. Pero siguió en mi escuela.
Entramos a la prepa 1 y no sé por qué nos dejamos de hablar un tiempo. Cuando “retomamos los lazos” empecé a andar con su ex. Fue con nuestras excuatas de la secu y dijo cosas feas de mí. Me acusó de ser mala amiga. A ver, y por qué no me lo dijo, podríamos haberlo arreglado.
En fin. Al final de la prepa me escribió una cartita, quería que fuéramos amigas de nuevo. Pero era difícil por estar en diferentes asuntos, así que cuando nos veíamos nos saludábamos y ya. No la he vuelto a ver. Su voz era de niña chiquita y consentida y me lo pegó un tiempo. Martha la apodó “Rugidito de león”. A mi hermana le cagaba que hablara así. Yo no lo noté, pero no lo dudo...
Cuando entré a la prepa conocí a Martha. Ella era bien ñoña y conmigo se le quitó un poco. Jaja. Soy mala influencia. El profe de Trigo nos decía todo el tiempo “La compañera Naomi, y su amiga, la compañera Martha, adiós”, jajaja, mientras hacía el movimiento correspondiente con la mano. Una vez sacó también a Omar por estar haciendo ruidos extraños (éramos el grupito que se sentaba hasta atrás). Y dice H que a él lo mandaban a la dirección por nuestra culpa.
Fue la única que no perdió el contacto conmigo cuando me sacaron antes de 3er semestre. Me iba a visitar a la casa o a la escuela de artes o a donde se pudiera. Creo que fue siempre sincera conmigo.
Cuando yo iba en 4º o 5º o algo así me enojé porque sentía que no le importaban mis asuntos. Pero seguimos hablando. Hasta hace poco que la invito y la invito y nunca viene. Y nunca avisa. Y etc. Me aburrí y huí y parece que lo hice bien.
En 3o conocí a la Korta. Es (o era, quién sabe), darky. O como dirían los metaleros pachuqueños, “chiquidrácula”. Salíamos en el coche de su madre a vagar por la ciudad, con Dildo a todo volumen y cantando a todo pulmón.
En 4o ya no estuvimos juntas, pero eso no bastó para separarnos.
Una vez una chava que quería con su novio le dijo a un wey que iría a la prepa con otras chicas a pegarle a la Korta, el wey le dijo a otro y ése a la Korta. Así que llamamos a Fátima y nos preparamos pero nunca llegaron.
Se salió de la prepa y nos veíamos menos. Me enojé varias veces por "tonterías" de esas que les encantan a los pachuqueños (llegar tarde, dejar plantada a la gente, etc...), pero siempre es más grande el cariño que el encabronamiento, así que a veces nos mensajeábamos. Me mantenía vagamente informada de los toquines de H, de sus looks, jaja, y vagamente porque pues no lo vigilaba. Pensé que no la vería de nuevo.
Un día en el cuartito donde ensaya H, vi unas fotos de sus toquines, y la vi, jaja. Ahí estaba, en un toquín que ella misma me platicó hace milenios (lo recuerdo mucho porque aseguraba que el bajo de H era negro, jajaja, cómo iba a saber mejor que yo el color de ese bajo!!, y discutimos varias veces por eso). Me entró la nostalgia y le escribí. No respondió.
Me la encontré en el penúltimo toquín de H al que fui. Explicó que cambió de celular. Me dio gusto verla y nos pusimos de acuerdo para vernos al día siguiente. Yo iría a recogerla a su trabajo.
Pues llego a la hora acordada y pregunto por ella y me dicen que no fue a trabajar. Me dije calma, Nao, calma. La llamé y me dijo que estaba cruda y que su mamá iba en ese momento para su casa. Mta. Quedó de hablarme más tarde. Obviamente no lo hizo.
Hace poco borré su número de celular para no volver a tener la tentación de escribirle o peor.
Me llegó un mensaje de número desconocido de Pachus que decía que a ver cuándo las iba a visitar y que me quería y demás. Imaginé que sería ella pero de todos modos pregunté, quién eres y a quiénes quieres que vea? Y por qué no vienes tú, por mal pedo? Respondió Ah, chinga, soy la Korta y vernos a Fátima y a mí, si puedes. Contesté Ah, no, pus no puedo. Y fue lo último, hasta el momento. Me pregunto: fui mal pedo yo? O se lo merecía? Jaja. La neta yo digo que se lo merece pero quién sabe, no?
Al pasar a 4º entró Fátima a mi grupo. Yo ya la conocía porque era amiga de la Kor y además anduvo con el Alfalfa (o Checo, comogusten). Nunca había tenido amigas como ellas 2. Era extraño y algunos dicen que mal pedo, pero nos expresábamos nuestro cariño diciéndonos leperadas. Jeje. Era bien chido. Les enseñé a jugar baraja y era nuestra principal actividad.
Ella estuvo a mi lado cuando H terminó conmigo (la primera vez que terminamos, buaaaa!!) y me abrazó mientras yo gritaba a todo pulmón en mi casa "noooo, no quierooooo". Un hombro muy querido y chido en el que pude sacar mi tristeza.
Gracias a ella me hice un poco más sociable (jajaja) y un día conocimos a unos artesanos rastosos que se pusieron frente a la prepa. Jalamos a nuestros cuates y estuvimos todo el día platicando y echando desmadre en un camellón cerca del local de Karo. Sandra (la otra darky) pidió que le hicieran una rasta. El rastoso que se la hacía preguntó quién más va a querer? Fátima y yo dijimos que nosotras. Eran dos rastosos, así que a cada una nos hicieron una rastita. Y nos preguntaron si queríamos otra y dijimos que sí. Y preguntaron si otra y dijimos sí, gracias. Y otra? Bueno. Hasta que empezó a llover y nos movimos al depósito que está atrás de la prepa y nos llenaron la cabeza con rastas.
Cuando llegué a mi casa mi papá me vió y dijo asustado Qué te pasó!! Yo le dije nada, son rastas. Jaja.
No volvimos a ver a los artesanos pero siempre les agradeceré que no me cobraron y que me hicieron infinitamente feliz. Jaja.
Luego fueron otros (uno era de tula, otro canadiense y otro no se qué) y nos enseñaron a hacer pulseritas y a tejer rastitas (o sea, cubrir de hilo las rastas, pa adornar, según). Así que gracias a sus enseñanzas un día ella me tejía una rasta, al siguiente yo. Luego ella, luego yo. Y así, hasta que nuestras rastas parecían un nido de colores. Cuando se me hizo mi nido (se me juntaron como 5 en una) intentó deshacerlo pero fue imposible, así que en poco tiempo me las corté, porque se veía una bolota deforme. Jaja.
Todos los días en nuestras horas libres nos sentábamos frente al local de la Karo y jugábamos cartas. A veces solas, otras con Kor, y con distintas personas.
Su mamá pensaba que yo era una buena influencia para ella, así que la dejaba ir a todo lo que organizaba en esos tiempos (campamentos).
Una vez la invité a una fiesta (11 de febrero, chido reven) y dijo sí ya voy. Nunca llegó. Luego me quiso hablar como si nada y yo hice mi pancho, para variar...
Hace poco la volví a invitar y tampoco vino. Borré su celular con el de la Korta.
Y las extraño y a veces me hacen mucha falta pero me hacen más daño y por eso no las busco. Ya hice yo mi esfuerzo, no? Les toca a ellas. Chinga. Y si no pues qué triste.
Creen que encuentre otras? Jajaja. Lo que más extraño es hablar y hablar de lo mismo (hombres, o alguno en particular) sin sentirme incómoda. Porque sí, mis amigos son muy chidos, pero cuando les hablo de otros hombres siento raro, como que sienten que estoy siendo indiscreta o algo así, y eso que no digo todo lo que quiero decir. No es lo mismo contarle a un wey que a una vieja, nosotras estamos en el mismo canal!! Nches viejas.